Un día en la vida de un educador social en 2050
¡Hola chic@s! ¡Bienvenidos a otro post más de Vivir es Educar!
Hoy quiero enseñaros una historia que he realizado sobre un día en la vida de un educador social en 2050 (para ella utilicé la ayuda de ChatGPT en la recopilación de ideas y la organización del texto).
Sabemos que, a lo largo de los años, la sociedad ha ido cambiando y la tecnología ha avanzado muy rápidamente, pero, ¿Cómo será el mundo dentro de unas décadas? ¿Qué ocurrirá con la labor de un educador social? ¿Seguirán existiendo los mismos problemas? ¿Habrá mejores soluciones para los antiguos?
En este post quiero que imaginemos juntos un futuro en el que la educación social siga teniendo un papel en la sociedad, aunque quizás de formas que hoy nos parecen impensables. ¡Vamos a adentrarnos en esta historia! :
Un día en la vida de un educador social en 2050
El día ha comenzado para Juan, un educador social en el año 2050, mientras suena el despertador holográfico que se proyecta en el techo. Son las 7 de la mañana y su asistente de inteligencia artificial le habla sobre su agenda:
-Buenos días, Juan. Hoy tienes programado un encuentro en el centro comunitario virtual para trabajar con el grupo de apoyo a la salud mental juvenil.
Juan se levanta y toma un desayuno nutritivo preparado por el mismo asistente de inteligencia artificial que lo despertó. Mientras tanto, revisa las notificaciones en sus lentes de realidad aumentada. Lo primero que ve es sobre una de sus citas del día: "Lola, 17 años, necesita apoyo emocional tras un episodio de aislamiento".
A las 9 de la mañana, Juan se dirige al centro comunitario virtual, un espacio donde las personas pueden reunirse desde cualquier lugar. Juan se conecta y en segundos está allí.
Lola está sentada en un banco virtual. Juan se acerca y le pregunta cómo se encuentra. La conversación acaba mostrando cómo Lola siente que no puede vivir sin las redes y detesta esto, ya que siente que estando en ellas está mal y sin estar también. Juan le hablará de lo importante de dar este paso y de diversas indicaciones a seguir para que ella mejore en esta situación tan común en estos años.
Más tarde, Juan participa en un foro de discusión virtual sobre el impacto de las tecnologías inmersivas en la salud mental. Los casos de adicción a la realidad virtual y el aislamiento social han aumentado drásticamente en los últimos años. En el debate, se abordan soluciones sobre el bienestar digital y la necesidad de educar en el uso saludable de la tecnología.
Antes de terminar la jornada laboral, Juan revisa los mensajes del apartado de trabajo y ve: "Hoy entendí que no soy el único que se siente así y que no pasa nada por no estar bien siempre, gracias. Lola".
Con una sensación de trabajo bien hecho, Juan se desconecta del sistema. Aún le queda un día por delante, pero ahora es momento de descansar.
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¡Espero que os haya gustado y que me digáis todo lo que penséis en los comentarios!
¡Hasta otra!
¡Hola! Pasaba para decirte que me ha encantado tu publicación, sobre todo esa última frase de Lola que ha conseguido ponerme la piel de gallina... Es verdad que a veces las personas nos llegamos a sentir muy solas en el mundo (cuando mucha gente estaría a nuestro lado si les avisáramos de cómo nos sentimos). De verdad, repetirte que me encanta tu blog, ahora te lanzo una pregunta... ¿Crees que en 2050 nuestro trabajo podrá ser sustituido por máquinas? Yo tengo clara mi respuesta, espero la tuya.
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